jueves, 17 de mayo de 2012

Eco y Narciso

Ya hace tiempo colgué en el blog de ΟΛΟΙ ΕΙΜΑΣΤΕ ΕΛΛΗΝΕΣ un vídeo que encontré sobre la maravillosa Canción del Eco, de Christina Rosenvinge (en el disco La joven Dolores); era una sola imagen fija (el cuadro de Waterhouse) y de fondo sonaba la historia de Narciso y Eco con la voz de Christina. Ahora soy yo quien osa montar un ¿vídeo? con casi todas las imágenes artísticas sobre el mito que he encontrado (mis alumnos de Referentes se estarán temiendo -con toda la razón- que les mande un trabajo en el que tengan que identificar y comentar algunas de ellas).
Aún no he aprendido a coordinar bien música e imagen (lo he intentado, pero no hay manera); un alumno de 1º de ESO de informática seguro que lo hace con los ojos cerrados mientras tweetea con la otra mano...


Como el tema de los subtítulos aún no lo domino, os pongo la letra:

Condenada por los dioses, sin su linda voz
Eco se esconde en la cueva con su dolor.
El corazón mudo sólo puede repetir
las últimas sílabas que acaba de oír.
Narciso el soberbio,
¡Por Dios, qué guapo es!
Las ninfas se ofrecen ante su desinterés.

 Pasea en el bosque su melancolía.
Nada es suficiente, su alma esta vacía.
Eco de lejos le espía y suspira: ¡Amor!
Cómo confesarlo sin tener su voz.
Un claro del bosque se abre para los dos,
la pálida ninfa se muestra toda candor.

¿Quién eres tú niña loca?
Niña loca…... Niña loca...…
  Muero antes que darte un beso
Darte un beso…... Darte un beso...…
Quiero estar solo en el río
En el río... en el río...…
¿no pensarás que te quiero?
Te quiero...… Te quiero...…
Te quiero…... Te quiero…...

Narciso recibe castigo por ser tan cruel.
El agua nunca fue tan clara, ni tanta la sed.
Al ver su reflejo por fin descubrió el amor
y ahogado en sí mismo se convierte en flor.
Eco de pena y locura, se consumió.
Solo quedo resonando sin fin
Su linda voz

¿Quién eres tu niña loca?
Niña loca…... Niña loca...…
Muero antes que darte un beso
Darte un beso...… Darte un beso...…
Quiero estar solo en el río
En el río... en el río...…
¿no pensarás que te quiero?
Te quiero…... Te quiero…...
Te quiero…... Te quiero...…

Ahora tú dime qué demonios hago yo aquí,
 ¿Soy solo tu espejo o me ves a mí?
¿Se me consiente algo más que repetir 
cada palabra que deseas oír?
Tocas el agua, se te hunde la nariz.
La imagen es vana, el llanto no tiene fin.

¿Quién eres tu niña loca?
Niña loca…... Niña loca…...
Contigo haré lo que quiera
Lo que quiera...… Lo que quiera...…
¿no ves que triste es mi vida?
Es mi vida... Es mi vida…...
Tú cargarás con mi pena
Con mi pena…... Con mi pena…...
¿Quién eres tu niña loca?
Niña loca...… Niña loca...…
Muero antes que darte un beso
Darte un beso…... Darte un beso...…
Quiero estar solo en el río
En el río... en el río…...
¿no pensarás que te quiero?
Te quiero...… Te quiero…...
Te quiero...… Te quiero...…
Te quiero…... Te quiero…...
Te quiero…... Te quiero…...

martes, 1 de mayo de 2012

Afrodita y las rivalidades entre pueblos (según Krahe)

A pesar de lo mucho que ha llovido desde entonces, sigue estando de actualidad la canción de Javier Krahe Villatripas (muchos la conocíamos por la versión en directo del disco La Mandrágora, de 1981, pero se grabó por primera vez en Valle de lágrimas, 1980). Próceres que gastan el erario público ad maiorem ipsorum gloriam (¿nos suena?), pueblos enfrentados como los del anuncio del Fairy y, sobre todo, el bonito referente de la estatua de Afrodita en medio del pueblo.
En este vídeo el sonido no es muy bueno -es el directo de La Mandrágora-, pero merece la pena por la estupenda animación que han creado sus autores:


Aquí se oye mejor, aunque no hay más que una imagen fija (la del primer disco):

Y aquí tenéis la letra, por si alguien se ha perdido algún detalle:

Por su gran prosperidad
decidió la autoridad
de Villatripas de Arriba
-¡que viva el alcalde, viva!-
erigir un monumento
un auténtico portento
que a los de Abajo asombrara;
una escultura bien cara
como dijo el pregonero:
"que costará su dinero
pues de mármol alabastro
de nuestro rico catastro
la montará un escultor
en plena Plaza Mayor."
Y terminaba el pregón:
"¡será una gran erección!."

Se gastó mucha saliva
en Villatripas de Arriba
la gente andaba tan fatua
con la cosa de la estatua
y había gran emoción
cuando la inauguración.
La alcaldesa con premura
corrió el velo a la escultura
y apareció ante la villa
la supuesta maravilla:
saliendo de entre las aguas
sin siquiera unas enaguas
toda, toda, desnudita,
una Venus Afrodita.
La erección no estuvo mal,
satisfizo al personal.

Tenía el pueblo de al lado
el ánimo muy picado
y allá habló el señor alcalde:
"¡Erigiremos de balde!
En Villatripas de Abajo
se suple con desparpajo
por parte del vecindario
la falta de monetario.
¡Vecinos de este lugar,
hay que vencer o ganar!
¿estáis dispuestos a todo
por sacudiros el lodo
de esa Venus Afro... leches?"
"¡Alcalde, lo que nos eches!"
respondió la población
con una gran ovación.

Cogieron a la Jacinta
la moza de mejor pinta
y en la misma plazoleta
la pusieron en porreta
y la echaron al pilón
sin mayor vacilación.
Luego fue una comitiva
a Villatripas de Arriba
a decirles que bajaran,
miraran y compararan:
"Comparando las dos Venus,
¿cuál es más y cuál es menos?"
Excepto algún poetastro
que alabó a la de alabastro
y el pelma de Don Simón
que de un vuelo fue al pilón
 se oyó gritar a compás:
"¡La Jacinta mucho más!"

Y con grandiosa vehemencia
añadió la concurrencia
-sobre todo los varones-
que en lo tocante a erecciones,
la Jacinta en el pilón...
Matarilerilerón.